22 May Cuba está a un huracán del colapso — Y 2025 podría traer un “Triple Golpe 2008”
Por,
Jesús Daniel Romero, Co-Founder, Senior Fellow, MSI²
Prefacio: Después de décadas observando y trabajando en la primera línea de la seguridad latinoamericana, he aprendido que las amenazas más peligrosas no siempre son repentinas — muchas veces son colapsos lentos que se esconden a plena vista. En 2008, vi cómo Cuba recibió el impacto de los huracanes Gustav, Ike y Paloma — un “Triple Golpe” que causó miles de millones en daños, pero no provocó ninguna alarma internacional. El régimen sobrevivió, apenas, porque aún tenía algo de resiliencia, ayuda externa y una pizca de legitimidad para sostenerse.
Pero lo que he visto durante el último año es distinto.
En 2024 y a comienzos de 2025, Cuba ha sufrido algunos de los peores apagones de su historia, un colapso total del sector vivienda, inseguridad alimentaria extrema y una desesperación pública en aumento. A diferencia de 2008, no existe un salvavidas proveniente de Venezuela. No hay red soviética que lo sostenga. El régimen está quebrado, hueco y totalmente desprotegido.
Este artículo no busca alarmar. Es un pronóstico — un análisis realista de las condiciones actuales, basado en la historia, los modelos climáticos y las señales evidentes de un colapso inminente. Al comenzar la temporada de huracanes de 2025, debemos considerar que el punto de quiebre de Cuba no vendrá por una rebelión o una invasión, sino por un desastre natural — tal vez dos — que destruyan lo poco que queda.
No se trata de política. Se trata de anticipación.
Con apenas unos días para el inicio oficial de la temporada de huracanes del Atlántico en 2025, Cuba se encuentra al borde del desastre. Un impacto directo de un huracán de categoría 4 o 5 desataría una crisis como ninguna otra que haya visto el hemisferio occidental en tiempos modernos. La infraestructura derrumbada de la isla, su economía colapsada y su régimen represivo la han dejado indefensa ante un golpe climático de gran magnitud (Reuters, 2025a; El País, 2025).

¿Pero qué pasa si no es solo un huracán? ¿Y si 2025 repite el escenario de 2008?
Ese año, un “Triple Golpe” devastador de tres huracanes — Gustav, Ike y Paloma — azotó Cuba en rápida sucesión. El resultado: más de $10 mil millones en daños, apagones masivos, colapso agrícola y un trauma nacional de larga duración (Wikipedia, 2025a). La diferencia es que en 2008, Cuba todavía contaba con cierto grado de resiliencia. En 2025, no tiene ninguno.
El régimen cubano es mucho más frágil de lo que creemos. Se muestra desafiante por fuera, pero por dentro está vacío. Se sostiene mediante la represión, la propaganda y décadas de dependencia. La red eléctrica está al borde del colapso, la comida escasea, y los medicamentos prácticamente han desaparecido.
Cuba no ha logrado atraer más inversiones ni financiamiento que antes de 2008 — de hecho, su infraestructura hoy está en condiciones aún más precarias (Reuters, 2025a; CiberCuba, 2025a).
El clima vencerá donde los ejércitos no pueden. Ningún régimen, ninguna ideología, puede detener una pared de agua, caminos colapsados o la pérdida total de electricidad y comunicaciones. Y las condiciones de este año — temperaturas récord en el Atlántico y la llegada de La Niña — hacen que una temporada con múltiples tormentas no solo sea probable, sino peligrosamente inevitable (Adaptation Fund, 2021).
Durante años se nos ha hecho creer que Rusia o China acudirán al rescate. Pero la realidad es clara: ni Moscú ni Pekín tienen la capacidad ni la voluntad de brindar asistencia a gran escala tras un desastre natural. Y si llega alguna ayuda, el Partido Comunista de Cuba (PCC) se asegurará de que se utilice primero para garantizar la supervivencia del régimen — no para el bienestar del pueblo. La ayuda se convierte en un instrumento de control, no de recuperación.
Luego está el costo psicológico. Después de décadas de miseria, se ha instalado una mentalidad de resignación. Como expresó un cubano:
“Cuba ha estado así por años. Siempre sufren los de a pie, nunca los jefes. Si alguien se queja, ya tú sabes lo que pasa. Llevamos tanto tiempo en la miseria que ya lo vemos como algo normal. ¿La única salida real? Irse. Huir de la isla. Mañana se va la luz para siempre… y será más de lo mismo.”
Este es un perfil nacional moldeado por la represión, la dependencia y la resignación. Desde la revolución, los cubanos han sido condicionados a depender de otros — desde los soviéticos hasta Venezuela y la familia en el exterior. Incluso el sueño de la libertad ha sido externalizado. La libertad, como la comida, se espera que venga de afuera (IDMC, 2019).
Incluso Estados Unidos, con todo su poder y buena voluntad, podría verse abrumado si el sur de Florida resulta golpeado simultáneamente — un escenario cada vez más plausible con cada temporada (Reuters, 2025b).
No habrá puente aéreo soviético. No habrá convoy petrolero de Chávez. No habrá buque hospital chino.
México, con Sheinbaum al frente, puede enviar combustible, pero no puede detener el mar.
Esto ya no es una advertencia — es un pronóstico.
Un solo huracán es suficiente. Pero un “Triple Golpe” en 2025 podría ser el golpe final — no solo para la infraestructura de Cuba, sino para lo que queda de su alma nacional.
El fin del régimen cubano puede llegar, después de todo — pero no por conflicto militar, intervención extranjera o levantamiento interno. Puede venir de algo mucho más implacable: un desastre natural. Tras décadas de abandono, infraestructura rota, colapso económico y agotamiento colectivo, basta un huracán de categoría 4 o 5 para que todo se venga abajo.
Es imposible predecir el futuro, pero este desenlace ya no es especulación — es una posibilidad creíble, basada en las condiciones actuales y las amenazas climáticas que se avecinan. Las señales están ahí. La infraestructura se derrumba. El pueblo está fatigado. El régimen, vacío.
Este es un desastre que los planificadores de EE.UU. y de la región no deben ver como una “crisis potencial” — sino como una inevitable. No se trata de si ocurrirá. Se trata de cuándo.
Y cuando ocurra —si Cuba recibe un impacto directo— las consecuencias podrían ser tan graves, que harán que el impacto de la temporada de huracanes de EE.UU. en 2024 parezca pequeño en comparación.
Referencias
Adaptation Fund. (2021, 19 de marzo). Cuba accede a una subvención de US$23,9 millones del Fondo Verde para el Clima para un proyecto de resiliencia costera. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). https://www.adaptation-undp.org/cuba-accesses-us239-million-grant-green-climate-fund-coastal-resilience-project
CiberCuba. (2025a, 6 de mayo). Fracasa plan de viviendas en Cuba: El gobierno reconoce su fracaso sin consecuencias. https://en.cibercuba.com/noticias/2025-05-06-u1-e199370-s27061-nid302216-incumplen-plan-viviendas-cuba-gobierno-reconoce
El País. (2025, 15 de marzo). Un nuevo apagón deja a Cuba a oscuras en su peor crisis energética en décadas. https://elpais.com/america/2025-03-15/un-nuevo-apagon-deja-a-cuba-a-oscuras-en-su-peor-crisis-energetica-en-decadas.html
Internal Displacement Monitoring Centre. (2019, marzo). El efecto dominó: Impactos económicos del desplazamiento interno. https://www.internal-displacement.org/sites/default/files/inline-files/201903-economic-impact-cuba.pdf
Reuters. (2025a, 15 de mayo). Aumentan apagones —y temperaturas— en la capital cubana, La Habana. https://www.reuters.com/business/energy/blackouts-temperatures-rise-cuban-capital-havana-2025-05-15/
Reuters. (2025b, 26 de marzo). El transporte de carga en Cuba se desploma: Señal de una crisis en agudización. https://www.reuters.com/world/americas/cuban-domestic-freight-traffic-plummets-sign-deepening-crisis-2025-03-26/
Wikipedia contributors. (2025a, 21 de octubre). Huracán Ike. Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Hurac%C3%A1n_Ike
Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de Miami Strategic Intelligence Institute (MSI²).